Generacion estelar, estabilidad del universo y vida
Al observar la explicación científica-astronómica del proceso de generación estelar, desde los primeros momentos del Big Bang[1], hasta el tiempo presente, y luego, al internarnos en el futuro, es claro que -de la violencia primitiva del cosmos- se ha pasado a un estado en el que priman la galaxias generadoras de estrellas estables, amarillas y de muy larga duración[2]. Aquel ritmo frenético de generación de estrellas se ha ido frenando, el ritmo ha bajado, y aquellas estrellas gigantes, volátiles y de corta vida, han dado lugar a estrellas más pequeñas, más densas, con elementos pesados y que queman hidrógeno a un ritmo pausado y sostenido, además de que a su alrededor se han formado sistemas planetarios[3], sistemas solares, sistemas dónde es posible la vida y su evolución.
Es imprescindible analizar el modelo de generación estelar para comprender mejor que todos los mecanismos del universo parecen dirigirse a generar ambientes propicios para la vida. No sólo para generar las condiciones dónde la vida puede proliferar, sino que además pueda evolucionar, crecer y multiplicarse[4].
Dios es Dios de mecanismos, mecanismos regidos por leyes, leyes creadas por Dios, leyes de la física, leyes de la química, de la biología. Los científicos descubren estas leyes y las explican. Dios crea el universo y los astrónomos explican su funcionamiento, e intentan predecir su futuro.
A simple vista podemos creer que el universo es caótico e impredecible, pero al analizar el mecanismo estelar, al analizar el Big Bang y la línea de tiempo, al mirar hacia el futuro y cómo el mecanismo universal de Dios apunta a convertir el espacio en un jardín repleto de vida, es clara la presencia de Dios detrás de toda la creación. Queda claro que el caos no existe, sino que es simplemente -para nosotros-, falta de información.
Evolución estelar y vida
Ver artículo original (Nuevas fuentes de vida) El futuro de las estrellas by Donald Goldsmith. Scientific American 306, 32 - 39 (2012)
Las estrellas son las fabricas de elementos complejos del universo. Se piensa que al momento del Big Bang, -luego de los primeros 100 segundos-, se produjo la síntesis del Deuterio (isótopo del Hidrógeno), el Helio y El Litio[5]. A partir de ese momento se inició la producción de estrellas, y con ellas su agrupación en galaxias. Los primeros miles de millones de años del universo han sido cómo maravillosos fuegos artificiales. Estrellas gigantes, azules, muy volátiles y de muy corta duración que explotaban violentamente diseminando a su alrededor los elementos complejos que se habían creado en su interior, así una y otra vez, cientos de miles de millones de estrellas simultáneamente. Luego -al mezclarse esos elementos más complejos con el helio y el hidrógeno original-, las estrellas fueron haciéndose menos violentas y con vidas más largas, esto llevó a que aproximadamente a los 8.000 millones de años -desde el Big Bang-, hicieran su aparición los sistemas solares[6], con estrellas estables y longevas como nuestro Sol. Estas condiciones de estrella/s central estable y longeva, sumada a elementos complejos que forman los sistemas planetarios, crean ambientes ideales para la aparición de la vida. Dios crea los mecanismos, los pone en funcionamiento, crea los ambientes ideales y luego los siembra de vida, ingente cantidad de vida, en un inmenso y "verde" universo.
Como dijimos antes, las estrellas que queman hidrógeno y helio sin impurezas duran muy poco tiempo, en el orden de los cientos de millones de años, o cómo en el caso de las hipergigantes, apenas 1 a 3 millones de años[7], lo cual impide la formación de vida en sus alrededores, por otro lado las estrellas de generaciones posteriores, que están formadas por gases con más impurezas queman su combustible más despacio y de manera estable y continua lo que las hace durar más. El tiempo de vida está directamente relacionado con la cantidad de elementos pesados en su combustible.
Muerte de las estrellas y protección de la vida
Ver artículo original (Vivir despacio para morir viejo) El futuro de las estrellas by Donald Goldsmith. Scientific American 306, 32 - 39 (2012)
También la muerte de las estrellas es importante a la hora de comprender cómo Dios protege a la vida en el universo. Las estrellas gigantes, de vida corta mueren de manera muy violenta[7], y producen gran destrucción y daño en sus alrededores[8], pero, recordemos que por su tipo de estrella y de sus materiales constituyentes la vida en sus alrededores es muy improbable por lo tanto su muerte no produce daño a vida circundante, sobre todo por la improbabilidad de su existencia. Realmente la utilidad de dichas estrellas es la de crear los ladrillos para los sistemas solares, sistemas solares donde podría existir vida[9]; pero las estrellas de generaciones posteriores son más chicas, con menos masa, y su muerte es menos violenta, la mayoría simplemente se irán apagando, otras quemarán sus capas externas como gigantes rojas y luego se enfriarán como enanas blancas. La vida en sistemas solares vecinos difícilmente serán arrasados por la muerte de esas estrellas. Parece ser que el mecanismo de Dios que crea las estrellas y las hace evolucionar, también tiende a proteger la vida en sus entornos. Primero haciendo difícil que aparezca y luego evitando que perezca por desastres en sus alrededores.
- «¡Oh Señor, cuán numerosas son tus obras!
- ¡Todas ellas las hiciste con sabiduría!
- ¡Rebosa la tierra con todas tus criaturas!» (Salmos 104:24-NBD)
- «si les quitas el aliento, mueren y vuelven al polvo.
- Pero si envías tu Espíritu, son creados, y así renuevas la faz de la tierra.
- Que la gloria del Señor perdure eternamente;
- que el Señor se regocije en sus obras.» (Salmos 104:29-32-NBD)
References
- ↑ Big Bang
- ↑ Evolución estelar
- ↑ Nebulosa planetaria, sistemas planetarios
- ↑ Disco de acreción.
- ↑ Nuclesíntesis primordial
- ↑ Sistema planetario
- ↑ 7,0 7,1 Estrellas hipergigantes
- ↑ El destino final de las estrellas. Muertes menos violentas
- ↑ La Biblia, la creación del sistema solar. La teoría del observador del Génesis